Asesorarse debidamente desde un inicio, puede marcar la diferencia en los resultados.

Cuando una pareja decide iniciar un proceso de divorcio, uno de los pasos más importantes —y a menudo subestimado— es contactar con un abogado especializado en derecho de familia desde el primer momento. No solo es una decisión estratégica, sino que además la intervención de abogado es obligatoria por ley, tanto en los divorcios de mutuo acuerdo como en los contenciosos.

Un abogado de familia no se limita a intervenir en la fase final del procedimiento. Su labor comienza desde el inicio, orientando al cliente sobre la mejor vía legal (divorcio notarial o judicial), explicando las consecuencias jurídicas y económicas del divorcio y evitando errores que pueden generar conflictos futuros.

Contar con asesoramiento jurídico desde el primer momento permite:

• Proteger los derechos e intereses personales y patrimoniales.

• Redactar correctamente el convenio regulador.

• Reducir tiempos, costes y desgaste emocional.

Especialización en Derecho de Familia y mediación.

El bienestar de los menores, eje central del proceso.

Cuando hay hijos, su interés superior y bienestar emocional deben ser el eje de cualquier decisión. Nuestro despacho sitúa a los menores como protagonistas del proceso, trabajando para alcanzar acuerdos que garanticen su estabilidad, protección y desarrollo, tanto en materia de custodia como de régimen de visitas y pensiones.

Iniciar un divorcio sin asesoramiento legal puede tener consecuencias a largo plazo. Contactar con un abogado especialista en divorcios y derecho de familia desde el inicio, con una visión mediadora y centrada en los menores, es la mejor garantía para afrontar el proceso con seguridad jurídica, responsabilidad y humanidad.